Si quieres saber cómo eliminar las cochinillas del carmín de tus chumberas llegaste a buen lugar. En este artículo vamos a explicar cuál es nuestra experiencia con el tratamiento para eliminar la cochinilla del carmín en los campos de nopales que tenemos en Valencia, España. (Dactylopius opuntiae).
La chumbera, penca, pala, higuera chumba, tuna o nopal, pertenece a la familia de las Cactáceas, que consta de más de 300 especies, todas originarias del continente americano, donde crecen de forma silvestre. Son muchas las especies de esta familia que producen frutos comestibles (la tuna, los higos chumbos), pero la especie que ha sido plantada por excelencia ha sido la Opuntia ficus-indica por la suculencia y dulzor de sus frutos y es la que la cochinilla del carmín está acabando desde hace 2-3 años en España.
Una opción que no recomendamos es el uso de los insecticidas que contienen químicos y que son dañinos para la salud del ser humano, de las plantas y del ambiente en general. Además, el producto químico no es tan efectivo para eliminar la plaga de la cochinilla del carmín debido a la protección de algodón que genera la cochinilla, una especie de borra algodonosa que impide el contacto con los insecticidas. La rápida expansión de esta plaga se debe a la cantidad de chumberas que ya no se cuidan como consecuencia del abandono generalizado que sufre el campo en España y la falta de acción por parte del Estado por tratarse de una “planta invasora”.
Lo que sí recomendamos en Nopal Verdura es utilizar solo productos ecológicos, los pocos que hay para combatir esta plaga. El control integrado de esta plaga no resulta fácil. Lo que nos ha dado resultados hasta ahora ha sido la eliminación mecánica (cepillado) y el jabón potásico. De todos modos, “más vale prevenir que curar” y atacar la plaga en los primeros momentos, cuando aparezcan los primeros puntos blancos en sus chumberas. La cochinilla del carmín es más difícil de erradicar cuando la plaga se ha expandido y puede afectar seriamente a nuestras plantas. En España la plaga es muy agresiva y se tiene que repetir el tratamiento cada 15 días o cada mes en función de la cantidad de cochinilla existente en nuestra zona. A pequeña escala, un cepillado periódico de la superficie de las palas con un cepillo mojado en jabón potásico (o jabón de lavaplatos) es suficiente para tenerlas limpias (limpiar por la tarde, evitando el sol directo).
Si la planta está muy afectada se recomienda el corte de las palas afectadas y la limpieza adicional mecánica y con jabón potásico. Las palas afectadas se tienen que enterrar y no dejarlas en el suelo o llevarlas al vertedero, pues en caso contrario dispersaremos la plaga y trasladaremos el problema a otro lugar.
Con las chumberas limpias llega el momento de confiar en el control biológico, de manera que sean sus propios enemigos naturales los que se encarguen de regular de forma natural sus poblaciones. También se pueden utilizar enemigos naturales comercializados para el control de cochinillas, como la mariquita cryptolaemus montruozieri y las avispas parasitoides Angyrus pseudococci y Leptomastix algirica.